Es la tercera vez que veo
representada “Yerma” en los escenarios. En esta ocasión ha sido de la mano de
Miguel Narros, antiguo Director del Teatro Español y actual capitán de su
propia Compañía “Producciones Faraute”, e indudablemente uno de los tótem de nuestro
panorama dramático actual.
A pesar de que no constituía una
novedad para mí, como digo, tengo que observar que resulta extraordinario lo
que ocurre con las obras clásicas, ya que cuantas veces las veas o las leas, el
texto sigue emocionando como la primera vez que uno se acerca a él. Te espera
anhelante, dispuesto a mostrarte nuevas aristas, imágenes, simbolismos.
El teatro de Lorca es una fiera
poética que a ratos habla en prosa.
Narros nos sitúa a los personajes
en un escenario cuasi conceptual; una tierra árida, seca, como el drama que
habita en ella.
La música de Enrique Morente,
otro granadino, genio irreverente, que acabará siendo todo un clásico, si no lo
es ya, acompaña algunos cuadros y nos ayuda a transportarnos a esa atmósfera de
Zambras y Tarantos que Lorca quiso mostrar. Las reglas, normas y costumbres de
una sociedad rural del primer tercio del siglo XX, que en algunos conceptos,
aunque barnizados en nuestros días, se perpetúan aún hoy. Piensen si no en el
“honor”, la “casta”, la idea de “mujer” que tan sólo adquiere su pleno sentido
cuando se convierte en madre, la tutorización de la mujer por el hombre…
Una justa interpretación actoral
con una Silvia Marsó encarnada en Yerma, completaron el trabajo de Miguel
Narros; un juego visual y sonoro que conmovió a un auditorio repleto , entre
los que se encontraban multitud de grupos de adolescentes que, quizá, impelidos
por sus profesores, acudieron al teatro para encontrarse con esta joya de
nuestra Literatura para contemplarla hecha carne; y por el silencio con que la
siguieron y los aplausos que le regalaron, no les desilusionó, y a mí me llenó
de esperanza.
Compañia Miguel Narros: http://www.produccionesfaraute.com/
*Esta obra se representó en el Teatro Lope de Vega de Sevilla del 22 al 25 de noviembre de 2012