Ya van pasando los días,
las horas ya van pasando;
y entre las hojas caídas
en el umbral de mi puerta y
la estrella que corona un nuevo tiempo de esperas,
te espero con esperas contenidas,
con sueños iluminados,
con guirnaldas de colores,
con lenguajes inventados.
No me delata la escarcha en las aceras.
Pronto el frío de mi aliento
será rojo clavel en tus manos,
y si cierro ahora los ojos
ya casi te estoy tocando.